16 de març 2012

Crítica a Dictado

[Publicada a Tu peli (10/03/2012)]

Puntuació: 

Los ojos de Julia seguían con meticulosidad los movimientos de su mano al escribir, haciendo uso de la perfecta caligrafía que había aprendido en el orfanato en el que creció, y al que debía en parte su vida. Su trazo era limpio, efectivo y simple aunque no impersonal, tan solo poco propenso a la improvisación. Los otros niños de la clase redactaban con similares gestos y destreza, algunos plenamente concentrados en sus textos, otros mirando de reojo en busca de inspiración, plasmando todos ellos unas historias que serían después recitadas en el auditorio. Julia, o la huérfana, como la llamaban algunos, hilvanaba como podía las ideas que rondaban su mente, sin poder borrar el recuerdo de sus malogrados padres, a los que había perdido de muy pequeña. Sabía que había otras hijas, una familia sin nombre a la que desconocía más tenía su misma sangre, y sentía cerca. A decir verdad, siempre se había sentido perdida, como un fauno en un laberinto, pero aun así allí estaba, deslizando su pluma en el papel y escribiendo sin parar sobre todo ello con fluidez, como si de un dictado se tratase. Lo recitó más tarde en el auditorio, y aunque a su relato no era falto de talento, ni su historia carente de interés, el público reaccionó con la indiferencia de quien escucha de nuevo una canción que ya conoce.

Y así es, Dictado tiene puntos positivos pero su graduación llega tarde. Su tono, su historia y su técnica la hemos visto ya de la mano de Amenábar, Bayona, Balagueró, o Morales. La nueva película del director barcelonés Antonio Chavarrías, presentada en el Festival de Berlín de este año, resulta algo reiterativa en su planteamiento tanto formal como artístico, de carácter clásico y solvente aunque quizás no lo suficientemente osado. El relato de una niña, Julia (Mágica Pérez), que por su misterioso comportamiento despertará en la pareja protagonista (Juan Diego Botto y Bárbara Lennie) una fuerte disyuntiva existencial es lo que nos propone Chavarrías. En efecto, el factor niño raro causa furor en nuestra cinematografía de género, y hasta se exporta a la meca del cine. La huérfana, de Jaume Collet-Serra, y La otra hija, de Luiso Berdejo, ambas producciones estadounidenses, demuestran la curiosa predilección que, pensándolo bien, viene de lejos, con títulos clásicos como ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976) o Tras el cristal (Agustí Villaronga, 1987).

A todo eso, Dictado no sorprende por la singularidad de su guión, ni lo hace tampoco por sus aspectos técnico-artísticos, unánimemente correctos pero excesivamente manidos. Sí que sobresalen en cambio las actuaciones de las dos protagonistas, Bárbara Lennie, muy atinada en su papel intermediario, y Mágica Pérez, creíble a pesar de su corta edad. Más allá de eso queda pasar una hora y media de intriga, suspense, y de cine si no mayúsculo, sí entretenido y plenamente disfrutable.

Lo mejor: los papeles femeninos.

Lo peor: nada nuevo en el frente.

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