22 de març 2012

Crítica a Intocable

[Publicada a Tu peli (10/03/2012)]

Puntuació: 

De una historia que viene dada se decide tan solo cómo se transmitirá. El enfoque y su derivado discurso devienen el eje cuando en la pantalla leemos la famosa sentencia, de finalidades a menudo lucrativas, «basado en hechos reales», que refugia a las películas en su presunción de realidad induciendo a la vez al morbo de lo testimonial, casi siempre relacionado con crímenes o experiencias extremas. Esta coartada, altamente efectiva, tiende al sensacionalismo excusándose en su base supuestamente real, y maneja impresiones sin que estas se puedan amparar en el alegato de lo ficticio. No así en Intocable, extraordinario film francés que se parapeta en lo real para formular una propuesta de infinito positivismo con fundamento, desacreditando a los sistemáticos detractores de los mensajes optimistas y ofreciendo al mismo tiempo una comedia ingeniosa y desenfadada.
 
Toda tentación lacrimógena es aquí cohibida por su carácter vital, y aunque no exenta de matices y de su inherente carga dramática, el espectador permanece risueño durante todo el metraje, que aprovecha su principio verídico en favor de la comicidad, sin contradecirse. La película nos cuenta la historia real del encuentro entre un multimillonario tetrapléjico francés y un inmigrante argelino de origen humilde que se convierte no sólo en su asistente sino en su mejor amigo, a pesar de las evidentes diferencias que a priori hay entre ellos. Esquiva el relato con destreza cualquier deje de paternalismo; nadie se compadece de nadie porque Intocable es un duelo de desdichados, gente con más bazas en su contra que a su favor que se niega a provocar muecas de misericordia.

Por captar eso tan bien, por enfocarlo en clave humorística sin temerle en absoluto al humor negro y atravesar fronteras invisibles, conviene destacar la labor de los directores y guionistas Olivier Nakache y Eric Toledano, así como de los dos protagonistas, Omar Sy y François Cluzet, creíbles en sus premisas dramáticas y perfectamente desenvueltos en su desarrollo cómico. Y aunque Intocable no deje de ser un título más del inagotable catálogo francófono de los entrañables encuentros –se me ocurren, de primeras, ejemplos como Conversaciones con mi jardinero, Mis tardes con Margueritte (Jean Becker, 2007 i 2010), Partir (Catherine Corsini, 2009) o Bienvenidos al norte (Dany Boon, 2009)–, esta obra, al contrario que tantas otras, no tiene ninguna necesidad de alardear de humanidad, intrínseca en su base, centrándose cómodamente en la comedia pura, sin complejos.

Lo mejor: Intocable es una comedia de altos vuelos.

Lo peor: ver la versión doblada.

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