5 d’ag. 2012

Crítica a Evelyn

[Publicada a Tu peli (08/06/2012)]

Puntuació: 

Parte Isabel de Ocampo de la premisa más realista para narrar un fenómeno pandémico, la trata de mujeres y la explotación sexual, que afecta especialmente a España y que se lleva por delante, sin piedad, a una ingente cantidad de personas a las que la vida sonreía poco y llegado el momento ya no hace más que mirar con desprecio. La desdicha y la crueldad humana no conocen límites, y De Ocampo no se anda por las ramas al reafirmarlo, retratando la desesperación de una de esas víctimas que es ficción pero es realidad. El engaño y consiguiente desengaño, la asfixia de quien sólo respira aire viciado y enfermizo, la progresiva pérdida de voluntad e identidad… De Ocampo lo describe todo con crudeza pero desde una óptica humanista; existen dosis de comprensión hacia todos los sujetos del relato aunque nunca pretende justificarlos.

La película se centra en una joven peruana, Evelyn, que abandona su país mediante una agencia que le tramita un visado a España, donde se supone que va a trabajar sirviendo cafés. Lógicamente no es así, y una vez llegada al país empieza el calvario que De Ocampo muestra y denuncia con una meritoria y personal fórmula, lejos de cualquier tentativa exploitation. Es en su vertiente más psicológica donde la película de la realizadora salmantina cobra fuerza, bien conducida además por una Cindy Díaz que debuta notablemente como protagonista con un papel difícil, solista de un tema afinado pero atípico, de tonos graves y acordes bruscos. La claustrofobia, la resistencia a la subyugación, a la pérdida de libertad… De Ocampo conjuga su guión con un interesante manejo de los recursos cinematográficos para jugar con lo sensorial, procurando que el espectador empatice al máximo con su protagonista sin recurrir en demasía a la sordidez visual.

En este sentido, Evelyn es un triunfo; la valentía y lenguaje directo de la directora y la acertada actuación de Díaz conectan con un público que siente lástima y miedo y rabia ante algo que trasciende lo cinematográfico. Ya lo hizo con su cortometraje Miente (2008), ganador de un Goya, y repite ahora con su primer largometraje, hablando de lo mismo con harta coherencia y sensibilidad. Y aunque se alarga un pelín demasiado y que no todas la actuaciones están al mismo nivel, Evelyn es un potente baño de realidad cinematográfica.

Lo mejor: su óptica femenina es tan visible como necesaria.

Lo peor: le sobra, quizás, un cuarto de hora de metraje.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada